
(Creo que la habéis visto...) Sordidez de sordideces, la película desde luego tiene la fascinación de lo sórdido, y no sólo por la sangre que sale en abundancia a lo largo de las dos horas y media largas que dura. Especialmente sórdida (no me sale otro adjetivo para la película) es la historia de los dos hermanos, y muy angustiosa la historia de la modelo y su perro, en la que no sale casi sangre y todo es tan doméstico...
Hay que verla subtitulada, pese a que el mejicano teóricamente es español también. Yo la vi con subtítulos en inglés y no pude dejar de estar leyendo.
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