miércoles, 10 de febrero de 2010

BERLIN EXPRESS o ¡qué difícil es repartir una gran tarta!




¿Qué ocurre cuando se juntan la mejor tarta del mundo y cuatro niños que creen tener la única razón verdadera para comérsela se pelean? Pues que se necesita un cuchillo para repartirla equitativamente. Sin embargo, este cuchillo es de plástico y ya sólo puede hacer un último corte. Su fragilidad es tan evidente que necesita la ayuda de una joven cuchara para seguir viviendo. De sus tres dientes ha perdido por el camino a dos de ellos y no está dispuesto a comprarse una dentadura postiza puesto que la tarta se pudriría y los niños se volverían a pegar entre ellos una tercera vez, cuyas consecuencias ni siquiera puede (ni quiere) imaginar. Y entonces, ¿qué hace?. Eso, amiguitos, lo sabréis cuando veais esta obra de arte.

martes, 9 de febrero de 2010

Qué ver y qué no ver

 
En mi opinión recomendarnos películas en el blog está siendo más constructivo que desaconsejarnos películas verbalmente, como solemos hacer cuando nos reunimos. Vuestras propuestas me han salvado alguna tarde. Con mi película de hoy completo una referencia que el Mario hizo verbal pero que no acabó de cuajar en la conversación. Sin embargo, por el mismo precio os digo hasta cuatro pelis que te dejan muy frío, helado, más que la ola hijaputa que te toca los huevos por primera vez en el verano.

¿Conocéis alguna peli de género carcelario española? Me refiero al tipo de Brubaker, Papillon o Cadena perpetua... La respuesta probablemente es NO. Las hay. Hay una del Lute y otra del Vaquilla, cuyos títulos no recuerdo pero qué más da. Pues, resulta que un tal Daniel Monzón se sale con hacer ahora una y además muy buena. Celda 211 ni de coña puede compararse a algunas de las americanas antes dichas, pero cuenta con un pedazo de actor que nos hace sentirnos  como nos sentimos con el mejor Benicio del Toro o con un Johnny Depp inspirado. Luis Tosar lo clava haciendo de preso español. Tan bien lo hace que casi puedo ignorar que en la peli aparezca ANTONIO RESINES haciendo de poli malo. Pese a esto es digna de ver.

Celda 211 tiene un cierto afán de retratar a la sociedad al estilo de The wire, pero claro en muchos menos minutos y por tanto no le sale la jugada. Pero el intento es digno y no mal acabado. Es muy tensa y los primero 2 minutos son desagradables, pero se queda ahí.

Ahora muy breve: Podéis dejar de ver Avatar. Siento que este mensaje haya llegado muy tarde para algunos. Es, creo, el mayor truñaco gordo visto por mi persona en mucho tiempo. -Y 24 euros dos entradas más gafas-. Podéis dejar de ver Death Proof. Lo siento. Yo soy fan de tarantino y el bailecito de la chica pondría cachondo a cualquiera y el Kurt Russel lo hace muy bien, pero igualmente un poco rollo. Charlie y la fábrica de chocolate es otra que podéis dejar de ver. Johnny Depp está increíble como siempre, pero el resto es muy aburrido e incluso desagradable. Accolytes, es una peli de miedo que también podéis dejar de ver. Estuve por pararla tres veces porque no soportaba la típica subida de volumen y susto tonto consecuente. Y además no se ve ni una teta, joder.

No puedo resumir Celda 211 en cinco palabras sin contar algo de la película. Pero en cinco palabras os digo que: “con suerte vais al sofá-cama”. 

domingo, 7 de febrero de 2010

Malèna

La primera y definitiva razón para ver esta película es Monica Belluci. Dicho esto y puesta la conveniente foto, el comentario que sigue es absolutamente irrelevante.
La película se ambienta en un pueblo siciliano y en la segunda guerra mundial. El protagonista es un chavalito que siente despertar su sexualidad al conocer -sólo de vista, ya quisiera él- a Malèna, la belleza del pueblo, que es asfixiada a partes iguales por el violento deseo de todos los hombres, la envidia violenta de todas las mujeres y la violencia en general de esos tiempos y esas costumbres. Sin embargo, la historia, que es más bien triste o muy triste, no nos la cuentan en tono trágico, sino que va filtrada por la mirada juvenil y salidorra del chaval que sigue como espectador impotente la desgraciada vida de Mónica, digo Malèna. Resulta una tragicomedia con más peso de lo trágico, tierna a ratos, con momentos muy indignantes (el juicio, o lo que ocurre cuando llegan los aliados). Pero insisto, no nos engañemos, si la película nos hace mejores personas no es por la compasión que sin duda suscita sino por el efecto catártico de esa mujer en la pantalla. He vacilado al escribir mujer, porque no sabía si escribir mujer, Mujer, presencia angélica, divinidad, jugón, vaya crac, etc... Designaciones todas que, siendo ella (¿o Ella?) esencialmente inefable, sólo pueden aplicársele por aproximación remota y con el debido respecto religioso, si fas est (ya que recitan a Catulo en la película, yes sir).
En fin, que aquí tenéis el vínculo con la versión original italiana (o siciliana, que creo que no es lo mismo) con subtítulos, para deleite de la sección italófila de la Lumpengemeinschaft, y también porque, aunque Mónica sólo diga cosas como "grazie" y "buon giorno", sería un innecesario ejercicio de autotormento escucharla doblada.