lunes, 9 de noviembre de 2009

DEFOSAENFOSA o cómo el hombre y la muerte siempre irán de la mano (mal que nos pese)

Desde que se escuchan vagamente los primeros sonidos de I will survive mientras en pantalla se ve un funeral, uno ya sabe que está ante una película que no va a dejarle indiferente. Y es esta indiferencia extraña la que atrapa durante gran parte de la película, y cuando dudas qué estás viendo, el asunto se pone serio y te da tantos revolcones que una vez empiezan los créditos finales, lo único que puede hacer uno es callar y reflexionar sobre lo que ha visto. De un guión que aparentemente es simple, el director y guionista Jan Cvitkovic realiza un ejercicio personal, alejado de formulismos universales. Y es que la escena final, que representa el desenlace de una historia que avanza lenta y penosamente (como la vida misma hacia el fin último) es un claro triunfo del amor por encima de la vida y de la muerte. Antes, Cvitkovic ha tenido tiempo para criticar la apatía de vivir de los ancianos, la inocencia impoluta de los niños y de los discapacitados (mención especial a Sonja Savic) y la lucha diaria por la supervivencia de los adultos (cabría reflexionar aquí sobre el eterno dilema de nuestra razón por vivir). Y todo esto es representado en un pueblo perdido, solitario y desconocido de los muchos que hay no sólo en España. P.d: cuando volváis a escuchar I will survive sonreiréis y os acordaréis de esta película

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